domingo, 13 de febrero de 2011

Continuación del Capítulo 3

La clase de francés transcurrió sin incidentes. La señora Benson —la profesora de francés—, al igual que el señor González —el de español— me hizo presentarme en frente de la clase; a Derek también. Después de eso llegó el almuerzo. Derek y yo nos sentamos juntos en una mesa que estaba junto a una ventana.
—Iré a comprar algo para comer ¿no vienes? —dijo Derek, mientras dejaba su mochila en una silla. Negué con la cabeza.
—En realidad no tengo mucha hambre. Te esperaré aquí —respondí, recargándome en el respaldo de la silla y mirando al exterior por la ventana, donde se extendía una enorme cancha de futbol americano con gradas alrededor.
—OK. En seguida regreso. —Y dicho esto Derek desapareció entre la multitud de estudiantes que revoloteaban en la cafetería.
Saqué el libro de mi hermano de mi mochila y me dispuse a leerlo, pero en ese momento Jack se sentó en el lugar que estaba frente a mí en la mesa.
—¿Qué tal tu primer día? —me preguntó, cruzando los brazos en frente de él y recargándolos sobre la mesa.
—Normal —contesté con voz relajada. No sabía si mi repentina tranquilidad se debía a que el lugar estaba lleno de gente o a que quizá empezaba a acostumbrarme a Jack.
Giré mi vista de vuelta hacia mi libro, ignorándolo. A pesar de que mi plan era ser una persona amable, no podía sentir simpatía por Jack. Se quedó callado, lo cual me sorprendió, así que lo observé un segundo. Tenía la mirada perdida en algún lugar de la cafetería. Discretamente seguí la dirección de su mirada y me encontré con un tipo alto de cabellos castaños y ojos del mismo color, que miraba a Jack con la misma concentración con la que este lo miraba a él.
—¿Quién es ese tipo? —pregunté.
—¿De qué hablas? —dijo Jack, como si no fuera obvio.
—Tú y el tipo de allá. Se miran como si se conocieran y como si tuvieran problemas —dije, observando a Jack con el ceño fruncido. Él aún tenía la mirada fija en aquel tipo, pero pronto giró su vista hacia mí.
—No estaba viendo nada en particular —aseguró.
—Sí, claro —dije con sarcasmo, decidiendo que de cualquier modo no era mi problema.
Se echó a reír y me observó leer en silencio hasta que llegó Derek.
—Pensé que no te sentarías con nosotros —dijo Derek, dejando su bandeja en la mesa y sentándose junto a mí.
—No tengo amigos aún —dijo Jack, encogiendo los hombros, pero se levantó de la mesa en seguida—, sin embargo sí tengo algunos asuntos que atender.
—Es el primer día, ¿cómo es que ya tienes asuntos que atender? —preguntó Derek, enarcando una ceja.
—Cosas de grandes, Derek.
El chico puso los ojos en blanco y comenzó a comer mientras Jack se retiraba.
—Se cree la gran cosa, siempre me trata como a un niño —se quejó Derek unos segundo después.
—No dejes que te afecte, tú sabes que no lo eres —le dije, aunque lo cierto es que sí era un tipo con un aire infantil.
Se quedó callado mientras masticaba un pedazo de carne. Observé su bistec con la pasta y verduras que lo acompañaban. La comida, a diferencia de a como era en las escuelas públicas a las que había asistido toda mi vida, se veía apetecible. Estaba a punto de hacer un comentario al respecto cuando Sean apareció, llamándome.
—Alex ¿qué tal han ido tus clases? —dijo, mientras se acercaba a nuestra mesa y le hacía señas con la mano a un grupo de chicos que lo acompañaba para que se fueran sin él. Posó sus ojos en Derek.
—Aburridas —dije sincera y con mi habitual frialdad. Lo vi vacilar en sentarse, así que para enmendar mi comportamiento acostumbrado hice un esfuerzo en sonreír—. ¿Por qué no nos acompañas?
Me devolvió la sonrisa y se sentó frente a mí, donde hacía unos momentos había estado Jack. Ahora que pensaba en ello, en realidad había decidido que el comportamiento de Jack era extraño, es decir, cuando recién nos habíamos conocido actuaba como acosador, pero desde que Karl se había mudad ya no estaba rondándome. Quizá ya se aburrió de mí… pensé, entre aliviada y molesta.
Derek carraspeó, sacándome de mis momentáneas cavilaciones sobre Jack.
—¿No vas a presentarme a tu amigo? —dijo, aunque no sabría decir si avergonzado a molesto.
—Lo siento, tenía algo en la mente —me disculpé—. Derek, este es Sean, está en mi clase de español. Sean, este es Derek, mi hermano.
—Hermanastro, en realidad —corrigió Derek.
—Es un placer conocerte, Derek —dijo Sean, con voz amable, extendiendo su mano hacia Derek.
—Lo mismo digo. Así que… ¿Tú también eres nuevo? —preguntó Derek, regresando a comer mientras conversaba.
—No, en realidad estoy aquí desde el año pasado, pero es fácil acostumbrarse a la atmósfera de aquí, siempre y cuando hagas algo para olvidarte del tedio. Puede llegar a ser demasiado tranquilo.
—Paz y tranquilidad… Sí, tiene pinta de asilo de ancianos —dijo Derek, dejando su bandeja de comida vacía a un lado (¡Me sorprendió lo rápido que se había comido todo!) y recargando la barbilla en su mano con cara de aburrimiento.
—Pues en un asilo de ancianos no te llaman rubia estúpida —comenté, al ver a lo lejos, del otro lado de la cafetería, a Rose, la chica que me había molestado durante la clase de español.
—¿Alguien te llamó rubia estúpida? —preguntó Derek, enfadado. Señalé con el dedo índice la dirección en donde Rose se había sentado, rodeada por chicas de figuras esculturales.
Apuesto lo que sea a que son porristas… dije en mi mente.
—Rose. —Sean puso los ojos en blanco y negó con la cabeza—. Capitana del equipo de porristas. — Lo sabía.
Derek resopló y se echó a reír.
—Típico. Apuesto a que se sintió intimidada y por eso tenía que “mostrarte tu lugar”.
—No me quedó muy claro mi lugar, pero ciertamente no me interesa lo que una porrista inferior piense de mí —dije con convicción. Yo tenía un prejuicio de estupidez sobre todas las porristas del mundo.
Volví a mirar a Rose y me encontré con sus ojos fijos en mí con mirada asesina. Sí, definitivamente esos ojos ya los conocía, aunque sin saber de dónde ni cómo. Me habían recordado a Jack por el reconocimiento que había sentido al verlos, sin embargo, en lugar de miedo me provocaban otra sensación.
Rivalidad…

La última clase —lamentablemente era todos los lunes, martes y viernes— era educación física. No era mala en deportes, aunque tampoco la mejor del mundo.
En circunstancias diferentes quizá me hubiera dado igual, pero resultaba ser que la clase de deportes no se tomaba por grupos, sino todo el grado en conjunto, aunque distribuidos entre la cancha de basquetbol, la cancha de futbol americano y la pista de atletismo.
A mí me tocó estar bajo techo, en la cancha de basquetbol. Afortunadamente Derek y Sean estaban ahí también, pero desafortunadamente Rose estaba en el mismo lugar. Yo me senté en un lugar alejado del resto de las personas —como era mi costumbre—, mientras esperaba a que el profesor llegara, Derek se sentó junto a mí en el piso.
—Hace calor hoy ¿no? —comentó, pasándose el dorso de la mano por la frente, para retirarse algunas gotas de sudor.
Asentí y busqué a Rose con la vista. Por alguna razón incomprensible para mí, sentía la imperiosa necesidad de tenerla vigilada. La encontré haciendo estiramientos con otro grupo de chicas. Ella, a pesar de estar ocupada, también tenía la vista fija en mí. Me sonrió de manera amenazante y yo hice lo propio hacia ella. Algo me decía que tenía que ser cuidadosa, pero lo único que quería hacer era competir contra ella, hacerla papilla en todos los aspectos posibles.
Era curioso como antes de que decidiera que las personas me importaban todo me daba igual… Me sentía como una bomba, como si las personas que, fuese por casualidad o por destino, estaban apareciendo en mi vida, fueran algún tipo de detonante en mí, entregándome este tipo de nuevas sensaciones.
Rose y Jack… ¿Por qué siento que los conozco?
Fuesen como fuesen las cosas, no parecía haber relación entre ellos, pero ambos parecían tener algo conmigo.
Empecé a pensar en ello y, mientras más le daba vueltas al asunto en mi cabeza, menos tenía sentido y más crecía el interrogante en mi cabeza, que ahora había tomado la forma de una pregunta: ¿Por qué sentía familiaridad en aquellos ojos?
Por un lado me asustaba, pero por el otro era muy emocionante, sobre todo si me disponía a averiguarlo, y por supuesto es lo que planeaba hacer…

2 comentarios:

  1. Saanto cieloo se ponee mejOOr de lo qe ya esta xD jeje espero esas cosas se soluciones =D cuidate & sigue asi me encanta tu historia *-*

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  2. xDD
    de nuevo, mil gracias por tus comentarios!! (':
    y sí, por fortuna el-asunto-patético
    ya quedó en el pasado (hace dos días jaja) y ya he podido continuar más inspiradamente jojo :P
    arigato!!
    también cuídate, sobre todo de los jacks ;P

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